Llegaron al atardecer a la entrada de la vieja casa. No le costó nada reconocerla, había visto muchas fotos antiguas en los álbumes familiares. Sus tíos siempre le decían que algún día volverían a vivir allí, en la colina de las Viejas, pero él nunca se lo creyó del todo.
Subió a su habitación en silencio y deshizo el equipaje antes de bajar a cenar. Los criados llevaban varios días en la casa para que estuviera todo perfecto a su llegada. En el gran comedor olía a comida, pintura y muebles nuevos, pero no era el olor de comienzo e ilusión que hay en la casa en que una familia decide iniciar una nueva vida... No, no era ese olor... Era el olor de la rancia venganza, de los sucios linajes de sangre y limpieza de raza, de oscuros secretos y crueldades escondidas por odio.
Saludó a sus tíos que le esperaban sentados a la mesa y empezaron a cenar. Hablaban entre ellos en muy contadas ocasiones y no, no se querían, en aquella familia solo existían sentimientos oscuros.
Los criados eran figuras sin vida, grises y de mirada perdida. Cuando bajaban al pueblo a comprar provisiones la gente del pueblo les evitaba y más de uno pensaba que no tenían alma, que eran muertos en vida y algo de razón tenían.
Amanecía en la Casona y él debía empezar a hacer efectiva su venganza. Lo primero que haría en aquella mañana sería buscar a aquella asquerosa familia que le había arrebatado su poder y su sangre. Miró por el amplio ventanal de su habitación y desde allí contempló el pueblo sumido en la espesa niebla del odio. Una amplia sonrisa dibujó su deformado rostro reflejado en la ventana...
domingo, 8 de septiembre de 2019
sábado, 7 de septiembre de 2019
El Linaje...
En el pueblo se respiraba un ambiente tenso, las gentes del lugar aún no habían olvidado lo que esa familia les había hecho sufrir. Todos tenían algún familiar perjudicado de alguna manera por ellos.
La Gran Casona de la cima de la Colina de las Viejas, llevaba años abandonada. Desde la muerte de la vieja arpía, nadie había asomado las narices por allí. Cuando unos extranjeros llegaron a la casa y empezaron a rehabilitarla el pueblo se llenó de cuchicheos y lo que antes era una convivencia agradable se volvió fría y distante. Todo eran conjeturas, nadie sabía exactamente quién iría a vivir a la Casona. Lo que sí sabían es que si era algún descendiente de aquel linaje maldito, ese ya no sería un buen lugar donde vivir.
Por el pueblo, los más ancianos contaban historias que ponían los pelos de punta, y en lo que todos coincidían era en que en la casa pasaban cosas raras y alguno de los que había estado en ella decían que era un lugar de una gran belleza, pero fría y siniestra. Cuando se cruzaba el umbral de aquella gran casa era como si la tristeza se apoderara de uno y algo se quedaba allí para siempre.
Atardecía en el pueblo y el cielo se tornaba anaranjado, cuando un par de coches de color negro subieron la colina y se les vio entrar en la Gran Casona. Esa noche no se oyeron ni búhos, ni gatos, ni sonido alguno en todo el pueblo. El silencio envolvió la noche y una fina niebla se extendió por las calles. Aquella era la temida señal, ELLOS habían regresado y ya nada volvería a ser igual...
La Gran Casona de la cima de la Colina de las Viejas, llevaba años abandonada. Desde la muerte de la vieja arpía, nadie había asomado las narices por allí. Cuando unos extranjeros llegaron a la casa y empezaron a rehabilitarla el pueblo se llenó de cuchicheos y lo que antes era una convivencia agradable se volvió fría y distante. Todo eran conjeturas, nadie sabía exactamente quién iría a vivir a la Casona. Lo que sí sabían es que si era algún descendiente de aquel linaje maldito, ese ya no sería un buen lugar donde vivir.
Por el pueblo, los más ancianos contaban historias que ponían los pelos de punta, y en lo que todos coincidían era en que en la casa pasaban cosas raras y alguno de los que había estado en ella decían que era un lugar de una gran belleza, pero fría y siniestra. Cuando se cruzaba el umbral de aquella gran casa era como si la tristeza se apoderara de uno y algo se quedaba allí para siempre.
Atardecía en el pueblo y el cielo se tornaba anaranjado, cuando un par de coches de color negro subieron la colina y se les vio entrar en la Gran Casona. Esa noche no se oyeron ni búhos, ni gatos, ni sonido alguno en todo el pueblo. El silencio envolvió la noche y una fina niebla se extendió por las calles. Aquella era la temida señal, ELLOS habían regresado y ya nada volvería a ser igual...
martes, 3 de septiembre de 2019
Septiembre
Vamos a por Septiembre, es un mes que me gusta especialmente. Es el mes de mi aniversario de boda y aún seguimos agarrándonos fuerte de la mano.
Todavía queda un poquito de verano, pero ya no será lo mismo porque empieza el cole y volvemos a la rutina. Aunque a mí me encantan los primeros días de otoño en que comienza a refrescar, los días de mantita en el sofá de casa y los paseos pisando hojas secas.
Este Septiembre será un poco especial, será el primero de mi nueva etapa como escritora. La verdad es que estoy muuuy ilusionada, pero no puedo evitar sentir que esta va a ser una carrera larga. No sé muy bien si me llevará a algún lugar, aunque la verdad es que con dos novelas y un cuento infantil publicados, no puedo estar más feliz. En breve publicaré Nora, ¿quién me lo iba a decir a principios de año?
Así que aquí estoy, mirando hacia adelante en el nuevo camino que se presenta ante mí, sin prisa pero sin pausa. Intentando que os gusten mis cuentos y que echéis un ojillo a mis libros. Agradeciendo inmensamente el poder dedicarme a algo que me llena y me encanta. Deseando que cada vez más gente lea mis libros.
En este camino, ha habido gente con la que no coincidía desde hace tiempo y que me ha sorprendido gratamente, por la ilusión que le ha supuesto que yo tomará este camino. Por supuesto también hay de quién esperaba "algo más", pero el tiempo me ha enseñado que las decepciones te ayudan a aprender.
Así que lo único que me queda por decir es que aquí seguiré, oyendo los susurros que me hacen inventar mundos y seres que formarán parte de mí para siempre y espero que también parte de todos los que queráis conocerlos.
Todavía queda un poquito de verano, pero ya no será lo mismo porque empieza el cole y volvemos a la rutina. Aunque a mí me encantan los primeros días de otoño en que comienza a refrescar, los días de mantita en el sofá de casa y los paseos pisando hojas secas.
Este Septiembre será un poco especial, será el primero de mi nueva etapa como escritora. La verdad es que estoy muuuy ilusionada, pero no puedo evitar sentir que esta va a ser una carrera larga. No sé muy bien si me llevará a algún lugar, aunque la verdad es que con dos novelas y un cuento infantil publicados, no puedo estar más feliz. En breve publicaré Nora, ¿quién me lo iba a decir a principios de año?
Así que aquí estoy, mirando hacia adelante en el nuevo camino que se presenta ante mí, sin prisa pero sin pausa. Intentando que os gusten mis cuentos y que echéis un ojillo a mis libros. Agradeciendo inmensamente el poder dedicarme a algo que me llena y me encanta. Deseando que cada vez más gente lea mis libros.
En este camino, ha habido gente con la que no coincidía desde hace tiempo y que me ha sorprendido gratamente, por la ilusión que le ha supuesto que yo tomará este camino. Por supuesto también hay de quién esperaba "algo más", pero el tiempo me ha enseñado que las decepciones te ayudan a aprender.
Así que lo único que me queda por decir es que aquí seguiré, oyendo los susurros que me hacen inventar mundos y seres que formarán parte de mí para siempre y espero que también parte de todos los que queráis conocerlos.
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