Se ha despertado con el sonido de unas sirenas en la calle, ha mirado el reloj de la mesilla y marca las 4 de la mañana. Todavía no está despierto del todo cuando se percata de que, lo que él creía que se trataba del sonido de sirenas no era tal cosa. Se asoma a la ventana y todo parece tranquilo, pero el sonido rítmico y alejado no cesa.
Al cabo de un rato aparece su mujer con cara de cansada, también le ha despertado aquel extraño sonido. Lleva el monitor de la cámara de vigilancia de la habitación del bebé en la mano, lo mira y suspira aliviado. Por lo menos, el peque no se ha despertado.
Vuelven a mirar por la ventana y ven que las luces de los edificios vecinos se van encendiendo, un par de coches de policía pasan por la calle a toda velocidad. El sonido se mete en su cabeza como una taladradora, no puede dejar de pensar en él y en un rinconcito de su mente el miedo empieza a hacer acto de presencia.
Su mujer y él se miran con cara de preocupación y se toman fuerte de la mano. Algo extraño está sucediendo y no saben qué es. Deciden encender la televisión y ven que hay una edición especial de informativos en todas las cadenas. Incluso en las intervenciones de los periodistas se oye ese desquiciante sonido. Informan que el sonido se oye en todos los rincones del planeta y nadie sabe de dónde procede.
Miran por la ventana y ven que la gente está empezando a salir a la calle, buscando el origen de aquel extraño sonido, y de repente... El silencio. No se oye nada. Los presentadores hablan en la televisión pero no se oye ningún sonido. Entonces, mediante subtítulos informan que nadie es capaz de oír nada en ninguna parte del mundo.
Una sensación de ahogo, pánico, náuseas y un sudor frío hacen temblar todo su cuerpo. Su mujer no es capaz de decir absolutamente nada, está en shock y solo mira a su bebé dormido, a través de la pantalla del monitor. En ese momento se vuelve a oír la voz de los presentadores en la televisión y parece que el extraño sonido ha cesado. Se preparan un té caliente y esperan un rato prudencial antes de volver a ir a la cama e intentar dormir.
Él no consigue conciliar el sueño y a las 6 de la mañana se mete bajo la ducha. Baja a tomar un café y enciende la radio, donde no comentan nada de lo ocurrido aquella madrugada. Su mujer se levanta y le pregunta que qué hace levantado tan temprano. Tampoco ella recuerda nada y le dice que habrá sido un mal sueño, mirándole con cara de preocupación.
miércoles, 13 de noviembre de 2019
jueves, 7 de noviembre de 2019
Mi Niña
La lluvia moja tu cara,
La lluvia moja tu frente.
Empapa tu pelo y tu mirada inocente.
Y los pájaros cantan,
La canción de siempre.
No hay ningún sol,
En la pradera de mi mente.
Solo mi cara de tu cara pendiente.
Y susurra mi niña,
Una risa reluciente.
Y mi mirada se ilumina,
Y te veo resplandeciente.,
Y las nubes se alejan
Y te beso muy fuerte.
Solo quiero mi niña,
Que crezcas muy fuerte.
No me asustes mi niña,
Que me muero por verte.
Sonriendo y creciendo,
Caminando valiente.
No te asustes mi niña,
Si son grises tus sueños.
Yo me duermo a tu lado,
Y los pinto relucientes.
La lluvia moja mi cara,
La lluvia moja mi frente.
Empapa mi pelo y mi mirada impaciente.
Y los pájaros cantan,
Una canción diferente.
Y hay miles de soles,
En la pradera de mi mente.
La lluvia moja tu frente.
Empapa tu pelo y tu mirada inocente.
Y los pájaros cantan,
La canción de siempre.
No hay ningún sol,
En la pradera de mi mente.
Solo mi cara de tu cara pendiente.
Y susurra mi niña,
Una risa reluciente.
Y mi mirada se ilumina,
Y te veo resplandeciente.,
Y las nubes se alejan
Y te beso muy fuerte.
Solo quiero mi niña,
Que crezcas muy fuerte.
No me asustes mi niña,
Que me muero por verte.
Sonriendo y creciendo,
Caminando valiente.
No te asustes mi niña,
Si son grises tus sueños.
Yo me duermo a tu lado,
Y los pinto relucientes.
La lluvia moja mi cara,
La lluvia moja mi frente.
Empapa mi pelo y mi mirada impaciente.
Y los pájaros cantan,
Una canción diferente.
Y hay miles de soles,
En la pradera de mi mente.
domingo, 3 de noviembre de 2019
Una triste Señorita
Conocí hace tiempo, a una triste Señorita
Que vivía en eterna negación
Pues nada en su vida le producía satisfacción.
Le gustaba la tristeza y quejarse ¡un montón!
Pues de su vida se quejaba,
Más no ponía solución.
Y el tiempo fue pasando, tan deprisa, muy deprisa.
Sin pensar en mi triste Señorita.
Y al llegar a la vejez, de repente se dio cuenta,
Que no había disfrutado de su vida, ¡no Señor!
Y mirando despacito, muy adentro en su interior,
Descubrió que en su vida había perdido
Oportunidades infinitas para sonreír, ¡cómo no!
Y a sus nietos les decía, suavecito a baja voz,
Disfrutad de la vida, sin envidias, por favor.
Pues todo en esta vida puede enseñarnos una lección.
Yo aprendí muy tarde a ver el Sol.
Lo buscaba siempre lejos y eso me cegó.
Pues el Sol es más bonito reflejado en una flor.
No quería nubes cerca, sin nubes pensaba que estaría mejor.
Más las nubes en la vida nos ayudan un montón.
Tapan el Sol más deslumbrante que nos ciega de ambición.
Ahora es tarde para la triste Señorita.
No pudo parar su reloj.
Y aquí queda su historia para que aprendáis, por favor.
El camino más bonito no es perfecto, no Señor.
Con las piedras y la lluvia el camino es mejor.
Pues las piedras nos enseñan a mirar a nuestros pies,
a no desviarnos del camino que debemos recorrer.
Y la lluvia nos refresca, nos ayuda a renacer.
Que vivía en eterna negación
Pues nada en su vida le producía satisfacción.
Le gustaba la tristeza y quejarse ¡un montón!
Pues de su vida se quejaba,
Más no ponía solución.
Y el tiempo fue pasando, tan deprisa, muy deprisa.
Sin pensar en mi triste Señorita.
Y al llegar a la vejez, de repente se dio cuenta,
Que no había disfrutado de su vida, ¡no Señor!
Y mirando despacito, muy adentro en su interior,
Descubrió que en su vida había perdido
Oportunidades infinitas para sonreír, ¡cómo no!
Y a sus nietos les decía, suavecito a baja voz,
Disfrutad de la vida, sin envidias, por favor.
Pues todo en esta vida puede enseñarnos una lección.
Yo aprendí muy tarde a ver el Sol.
Lo buscaba siempre lejos y eso me cegó.
Pues el Sol es más bonito reflejado en una flor.
No quería nubes cerca, sin nubes pensaba que estaría mejor.
Más las nubes en la vida nos ayudan un montón.
Tapan el Sol más deslumbrante que nos ciega de ambición.
Ahora es tarde para la triste Señorita.
No pudo parar su reloj.
Y aquí queda su historia para que aprendáis, por favor.
El camino más bonito no es perfecto, no Señor.
Con las piedras y la lluvia el camino es mejor.
Pues las piedras nos enseñan a mirar a nuestros pies,
a no desviarnos del camino que debemos recorrer.
Y la lluvia nos refresca, nos ayuda a renacer.
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