viernes, 18 de octubre de 2019

La Fiesta

Estaba en una esquina del salón, observaba a toda esa gente vestida de gala. Todos mostrando sus mejores sonrisas, maquillando sus problemas y dando una imagen de falsa felicidad. Si bien era cierto que alguna de las personas allí reunidas eran felices y sinceras, pero en aquel tipo de reuniones también a ellas les tocaba fingir y se podía saber perfectamente quienes eran, porque abandonaban la reunión en cuanto podían.

Su madre le había enseñado todo lo que sabía, ella era una experta en catalogar a las personas. "Este solo se mueve por interés... Ella no es de fiar, solo le importan las apariencias...".  Echaba de menos charlar con ella, llevaba tanto tiempo en coma, postrada en esa cama de hospital que había olvidado el sonido de su voz.

Se fijó en que una de sus mejores amigas entraba por la puerta acompañada por su novio de toda la vida. Uno de los secretos que no había contado nunca a nadie era que sabía leer los labios perfectamente, de cuántas cosas se había enterado por esa habilidad. No pudo ver lo que su amiga le decía a su novio pero lo que él le respondió la sobresaltó un poco. "No creo que debas decírselo, no es de nuestra incumbencia y además no sabes si es verdad". Al girarse pudo ver que recorría la sala con la mirada hasta que la vio, levantó la mano saludándola para que fuera a su lado. A pesar de ir perfectamente vestida y maquillada pudo intuir la sombra de unas ojeras y los signos de preocupación en el rostro de su amiga.

Cuando se acercaba a su lado el novio de esta desapareció, mirándola enfadado. Estaba empezando a preocuparse de verdad.

-¿Qué os sucede? No tienes buen aspecto.
- Tenemos que hablar, pero aquí no. Es algo importante, mañana iré a tu casa a primera hora y hablaremos tranquilamente.
-Pero...

Entonces aparecieron unas amigas de la familia y no pudieron seguir hablando. Durante toda la noche notó como ella la evitaba y decidió que era hora de irse a casa, no aguantaba más tanta estupidez.

Estaba a punto de abrir su coche cuando un notó un fuerte golpe en la espalda y perdió el conocimiento. Despertó en completa oscuridad, solo oía su respiración y el tic-tac de un reloj a lo lejos...


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